Carbón Activado

El carbón activado es un producto, en este caso, de origen vegetal que tiene la propiedad de adsorber gases, químicos, metales pesados, proteínas, desechos y toxinas con características específicas que favorecen a la filtración y purificación de fluidos líquidos y gaseosos, controlar sabores, olores y colores en procesos industriales.

Existen dos métodos de activación del carbón; el térmico y el químico. Nuestro proceso de activación es mixto, por el que logramos la formación principalmente de macro y meso poros sometiendo el material previamente carbonizado a una purificación oxidante profunda y una terminación de ciclo térmico en horno a más de 500°C hasta que el carbón alcanza su mayor nivel de activación.  El proceso de activación modifica su estructura molecular, multiplica sus canales internos y aumenta su superficie adsortiva, generando un carbón mucho más poroso que el regular. 

La textura porosa del carbón vegetal una vez activado dispone de una carga eléctrica negativa, lo que hace que atraiga moléculas cargadas positivamente, como toxinas, productos químicos y gases de pH ácido.   La activación del carbón produce una excelente superficie de filtración y le permite tener una gran capacidad de adsorción de impurezas del agua ó del aire por ejemplo. 

El carbón activado actúa atrapando impurezas en el agua, una curiosidad interesante es que no adsorbe agua. Esto ocurre porque la composición química del carbón hace que tenga más afinidad con componentes aceitosos, como solventes, pesticidas, residuos industriales y otros productos químicos y dado que también remueve los contaminantes que generan olores, logrando que el agua potable por ejemplo, sea más sabrosa.

El carbón activado es comparado a una esponja y mirado con un microscopio super potente es posible verlo claramente. Es un medio de purificación mucho más eficaz que un carbón sin activar. Su capacidad de adsorción está entre un 20% y un 90% de su propio peso, es decir, 100g de carbón activado retendrán entre 20g y 90g de adsorbatos.
 
Esta alta capacidad de adsorción da al carbón activado la función de tratar los casos de intoxicación. Por ejemplo, cuando una persona intoxicada por productos químicos o veneno llega a la emergencia, generalmente los médicos aplican dosis concentradas de carbón activado directamente en el estómago, vía sonda. Después de algunos minutos, el carbón se aspira hacia fuera. En este caso, absorbe el contenido tóxico.